Desilusión

A estas alturas se suponía que ya tendríamos 3 títulos, pero solo uno es el que ha llegado a las vitrinas del Museu. El Barça pecó, como en otros tantos partidos de esta temporada, de soberbia. Solo Deco estuvo a la altura de lo que se supone que era el partido que nos coronaría, por primera vez, en campeones del mundo.

Durante todo el juego el Inter se olvidó de la pelota y propuso un partido tosco y feo. Los brasileños obligaban a Ronaldinho a recibir la pelota muy cerca del medio campo, donde el 10 pierde efectividad. Aún así, el Barça dispuso de un par de oportunidades para adelantarse en el marcador. Parecía que solo era cuestión de tiempo para que los azulgrana se adelantaran, pero, en vez de eso fueron perdiendo poco a poco los nervios y empezaron a tirar centros por si Guddy lograba cabecear uno. Cuando muchos pensamos que el partido se iría a la prórroga, llegó una jugada afortunada de la escuadra brasileña y todo se acabó.

Esto debe de ser tomado como un toque de atención para, de una vez, dejar de confiarnos tanto. Ahora hay que pensar en la liga pero, sobre todo, no fiarnos del Liverpool ya que, volver a Tokio el proximo año pasa por triunfar en Atenas en este.